Del libro "Jap Ji; El mensaje de Guru Nanak" escrito por Sant Kirpal Singh
Este principio tiene dos aspectos, el uno objetivo y el otro subjetivo. El objetivo se refiere a las diversas cualidades relacionadas con Sus manifestaciones. Tiene su propio uso, del que trataremos más adelante bajo el encabezado "Simran". El subjetivo es la "quintaesencia de la realidad" que se encuentra en lo más sutil de todos los libros religiosos. Sin el Verbo no puede haber Creación ni progreso espiritual. Sin él, nada en absoluto puede llegar a existir. Esto se puede comprender con un simple ejemplo, digamos, el del agua. La palabra "agua" es el nombre y no la cosa en sí que ésta representa. De la misma forma, el Naam o Verbo tiene sus dos aspectos: uno el nombre y el otro el "espíritu consciente" al que representa, que está trabajando detrás de toda la Creación. Es muy difícil describir esto en palabras.
El Naam, la realidad subjetiva o Verbo, ha estado ahí desde el principio, y estaba ahí antes de la Creación. Era un "algo sin nombre", que era Dios, de cuya manifestación consciente se proyectó un deseo, acompañado de vibración y sonido. Al ir fluyendo la corriente de conciencia hacia abajo, fue formando planos espirituales y al descender más aún, llegó a ser la fuente de la Creación de los planos espiritu-materiales y materiales.
Esta corriente de conciencia emanó de Dios, y es la creadora y sustentadora de todo el universo con varios planos y subplanos. El término Shabd o Verbo que usa Nanak, da a entender esa corriente espiritual que se expresa en principio de luz y resuena en toda su plenitud en sus planos espirituales sutiles. Este Naam o Verbo sirve para la elevación y edificación del espíritu, el cual, siendo esencialmente de la misma substancia del Naam, es atraído por éste, ya que el "Espíritu es el aliento de Dios" (la Biblia); "es el alma de Dios" (el Corán). Todos los Santos del mundo que vinieron antes o después de Guru Nanak, han cantado las alabanzas de este creativo principio de vida o Verbo. Unas cuantas citas permitirán al lector convencerse de esta verdad básica que se encuentra en todos los libros religiosos.