We are all lovers, devotees of a higher power, thousands of lovers, but the Beloved is one for all. He whom we desire is the beloved of the whole world and is the one God for all men, not specifically for Muslims only, or for Hindus only, or for Christians only.
          Sant Kirpal Singh

Una Ciencia Perfecta

Sant Kirpal Singh, "La corona de la vida"


Aún el examen superficial que se acaba de hacer sobre la naturaleza y el alcance de la Surat Shabd Yoga, pone de manifiesto algunas de sus características únicas. Aquél que la estudia en relación con las otras formas de yoga, no puede dejar de notar lo completa que es la solución que da a todos los problemas con que se ve enfrentado el investigador al seguir otros sistemas. En el plano de la acción externa, no se basa en una árida y rígida disciplina que a menudo lleva sobre sí las consecuencias de una represión psíquica. Sostiene la necesidad de algún tipo de disciplina, pero agrega que ésta debe estar inspirada por la experiencia espiritual interna y que se trata de vivir de un modo espontáneo, no con ascetismo riguroso ni con una auto-abnegación demasiado deliberada. El buscador debe procurar un estado de equilibrio y cultivar la virtud de la moderación en pensamientos y en acción. La integración alcanzada por este modo de vida le capacita para realizar un tipo de concentración mejor y, por lo tanto, para tener una experiencia interna más elevada; y esta experiencia interna debe a su vez repercutir en el pensamiento y en la acción externos. La relación entre la conducta correcta (sadachar) y la práctica interna (sadhna) es recíproca: la una da vida y significado a la otra y cada una de ellas sin la otra es cono un ave con una sola ala, ¿Cómo se puede conducir al espíritu a la perfecta concentración en un solo punto, sin pureza de mente y de cuerpo, y cómo puede el alma trascender todos los apegos e imperfecciones humanos sin centrarse en el amor por lo Divino?

La Ciencia de la Surat Shabd Yoga no sólo proporciona los medios para alcanzar en la práctica el difícil ideal de sadachar, sino ofrece también un método de vida que, mientras lo eleva a uno sobre este mundo físico, no lo esclaviza a la región del nombre y de la forma. Los Maestros de este Sendero saben muy bien que las especulaciones abstractas sobre los aspectos no atributivos del Absoluto, no nos pueden conducir a Él. ¿Cómo puede llevársele al hombre, condicionado como está por el nombre y la forma, directamente hasta aquéllo que se encuentra más allá del nombre y de la forma? El amor busca algo que pueda comprender y a lo que pueda apegarse, y Dios, si es que tiene que encontrar al hombre, debe adoptar alguna forma. Este reconocimiento es lo que inspira la devoción del Bhakta a Shiva, a Vishnú, a Krishna, o a Kali, la Madre Divina. Pero estos seres divinos representan manifestaciones fijas de Dios, y una vez que el devoto ha alcanzado su plano, su fijeza misma como ya lo hemos visto, impide un mayor progreso. Los Maestros de la Surat Shabd Yoga trascienden completamente esta limitación, uniendo al buscador, no a una manifestación fija, sino a una manifestación omnipenetrante de Dios: la Radiante Corriente del Sonido. Se trata del Naam, el Verbo inmutable e insondable que sustenta los distintos planos de la creación que se extienden de polo a polo del cosmos, desde el espíritu puro hasta la tosca materia. Sus acordes penetran todos los reinos, todas las regiones, y corren a través de ellos como el río fluye por los valles a los que ha dado vida. Y como el río, existe en un estado fluído, cambiando en cada plano y siendo, sin embargo, siempre el mismo. El buscador a quien ha inspirado el amor del río del Verbo (Naam) es ciertamente bendecido, porque no conoce ninguna de las limitaciones experimentadas por aquellos que adoran a Dios en otras formas. A medida que Su poder beatífico lo va llevando hacia arriba, encuentra que cambia, que se modifica, que se hace aún más fuerte y puro, animándole a un esfuerzo cada vez más elevado, sin permitirle jamás detenerse ni distraerse, sino conduciéndole de plano en plano, de valle en valle, hasta que llega a la fuente misma de donde el Inmanifestado se manifiesta, el Sin Forma asume forma y el Sin Nombre adopta nombre. Fue esta consumación de la jornada interna, hecha posible por la Yoga de la Corriente del Sonido, lo que hizo a Kabir declarar:

Todos los seres sagrados son dignos de reverenciapero yo sólo adoro a quien ha alcanzado la maestría en el Verbo.

La Surat Shabd Yoga no es solamente la más perfecta entre las diferentes formas de yoga, sino que es además accesible para todos. Los que siguen este sendero no sólo alcanzan la meta final, sino que la hacen con una economía de esfuerzo mayor de la que es posible con otros métodos. La trascendencia de la conciencia del cuerpo, que el yogui dedicado al sendero de los pranas alcanza únicamente después de larga y dura disciplina, los discípulos de la Surat Shabd Yoga la alcanzan a veces en el curso de la primera sesión, al momento de la iniciación.

No se trata aquí de un simple accidente o casualidad. La Surat Shabd Yoga aborda de un modo más científico y natural los problemas espirituales del hombre. ¿Por qué ha de ser necesario dominar  cada uno de los chakras, si la corriente espiritual llega hasta los chakras corporales no desde abajo sino desde arriba? Si un hombre se encuentra en medio de un valle y desea alcanzar la fuente del río, no tiene que viajar hasta su desembocadura para luego remontarlo nuevamente. Sostiene además que si los pranas y la mente (aún en su estado más refinado) no son de la verdadera esencia del espíritu, ¿cómo pueden entonces ser los mejores medios para liberarlo de sus incrustaciones? Si se le pudiera poner en contacto con aquello que es de su propia naturaleza esencial, lo semejante atraería a lo semejante, y la meta ansiada se alcanzaría con un mínimo de esfuerzo. La corriente espiritual se esparce por todo el cuerpo desde el punto del tirsatil, o sea el tercer ojo. Todo lo que se necesita es verificar su flujo descendente en este punto controlando nuestros sentidos, y por sí misma se concentrará y fluirá de vuelta hacia su fuente.

Cierra tu labio, tu oído, tu ojo,
y si no puedes la Verdad percibir,
deja tu burla sobre mí caer.

HAFIZ

El buscador no necesita empezar lo más bajo, todo lo que tiene que hacer es volverse en dirección de la corriente espiritual y el resto vendrá por sí solo.

¿Qué hay que hacer para alcanzar al Señor?
Uno sólo necesita trasplantar el corazón.

INAYT SHAH

Es esta vía tan sencilla de acceso, junto con la economía de esfuerzo, lo que ha inducido a muchos a llamar a la Surat Shabd Yoga Sehaj Marg, o sea el camino fácil. Comienza donde las demás yogas tienden normalmente a terminar. Sahasrar, la región de las luces de mil pétalos, que marca el final de la jornada del yogui común después de atravesar los distintos chakras corporales, es tan sólo el primer paso para el seguidor de la Surat Shabd Yoga. Además, al no querer perturbar las energías pránicas o del kundalini, esta yoga reduce enormemente el esfuerzo de la trascendencia física. Al entrar en contacto con el Principio del Sonido, las corrientes sensorias son automáticamente llevadas hacia arriba, sin que el practicante se esfuerce conscientemente para lograr este fin, y las corrientes motoras no se tocan lo que simplifica el proceso de entrada al estado de samadhi, sino también el de regreso de él. El adepto en este sendero no necesita ayuda externa para regresar a la conciencia física, como es el caso en otras formas de yogas; el ascenso y descenso espirituales son completamente voluntarios y puede lograrlos a la velocidad del pensamiento.

El método de escuchar trascendental, no es más que una extensión de nuestra práctica normal diaria. Cuando nos enfrentamos a algún problema difícil, todas nuestras energías conscientes tienden a enfocarse en un punto, el asiento del alma; sin que se afecten las energías pránico-motoras que están funcionando de manera automática en nuestro cuerpo. El practicante de la Surat Shabd Yoga alcanza esta concentración a voluntad, bajo condiciones controladas, a través del simran y del dhyan, y tan pronto como entra en contacto con el verbo reverberante, la corriente sensoria espiritual que está aún en el cuerpo, va irrestistiblemente hacia arriba y se logra la completa trascendencia física.

Esta cualidad de sehaj, de naturalidad y facilidad, es la que hace que la Surat Shabd Yoga sea accesible a todos. La música del Verbo Divino está vibrando en todos por igual y aquél que sigue Su sendero no necesita requisitos especiales, ya sean físicos o intelectuales. Es tan accesible al viejo como al joven, a los pecadores como a los santos, a la gente sencilla como a la erudita, a las mujeres y niños como al hombre. Ciertamente las mujeres, los niños y las personas sencillas, debido a su modo de pensar más simple y su fé espontánea, a menudo tienen un mayor progreso inicial que sus más complicados e intelectuales hermanos, pero la plena realización en este campo exige una perseverancia y esfuerzo constante, con los que no siempre se cuenta. Así como no se requieren rigurosas disciplinas de alimentación, de ejercicios físicos, etc., no se necesita Sanyasa o renunciación completa al mundo, y está tan abierta a los casados como a los que han hecho voto de castidad. Si los sistemas pránicos y vigyánicos hubieran sido los más naturales que tuviéramos disponibles, hubiéramos tenido entonces que llegar a la conclusión de que la naturaleza es parcial, porque las capacidades físicas y mentales que esos sistemas requieren, están distribuídos en forma desigual entre los hombres. Si el sol y el aire son para todos, ¿por qúe los dones espirituales han de estar reservados sólo a unos cuantos elegidos? Además prana y vigyan, en el mejor de los casos, pueden conducirnos a su plano de origen, y como no son puramente espirituales, ¿cómo pueden conducirnos al reino del espíritu puro?

Sin embargo, decir que Surat Shabd Yoga es la más perfecta de las ciencias de Yoga y la más natural, no significa que no demande esfuerzo y que basta comprenderla para tener éxito. Si ese hubiera sido el caso, la humanidad no hubiera estado dando tumbos, como lo está haciendo hoy. El hecho es que son raros los instructores calificados en esta corona de todas las ciencias, e incluso cuando se los encuentra, pocos son los que están preparados para someterse a la clase de disciplina que se requiere. El espíritu puede estar dispuesto, pero la carne es débil. La mayoría de los hombres están tan profundamente absortos en el amor del mundo, que incluso después de haber tenido una vislumbre de los tesoros internos, se resisten a abandonar sus costumbres mundanas para concentrarse en la posesión de aquello que nos convierte en los amos de todo. Desde el momento en que en esta yoga siempre se hace hincapié en lo interno y nunca en lo externo, ningún sendero podría, en cierto modo, ser más exigente para la generalidad de los hombres. Muchos pueden pasarse la vida entregados a la práctica de rituales y ceremonias externas, pero pocos son los que logran alcanzar una perfecta concentración interna, inmune a los pensamientos mundanos, siquiera por unos momentos. Por eso Kabir solía comparar esta Yoga con el caminar sobre una espada desnuda y los Sufís la describieron como “más fino que el cabello y más cortante que el filo de una navaja.” Cristo lo describió como el “camino recto y estrecho” que sólo unos pocos siguen. Pero para aquél a quien no atrae el mundo y que está lleno de un amor apasionado de Dios, nada es más fácil ni más rápido. No necesita más fuerza que la que le da su propio empuje, y purificado de todo apego mundano por su fuerte y sincero anhelo, su alma volará por la corriente del Shabd, hacia su punto de partida, la región de suprema felicidad, bienaventuranza y paz. Si el alma encontrara algunos obstáculos en su vuelo hacia el hogar, su Amigo Radiante está siempre a su lado para ayudarla a pasarlos y para protegerla de todo peligro latente.

La ruta a través de los planos superiores está tan demarcada ante el alma como para los Hatha Yoguis la de los chakras inferiores del cuerpo, y con tal Poder para sostenerla y tal Amigo para guiarla, nada puede desviarla ni engañarla y nada puede perturbar la firmeza de su curso.

“Cójete, oh alma valiente, de la túnica de Uno que conozca bien todos los lugares, el físico, el mental, el super mental y el espiritual, porque el seguirá siendo tu amigo en la vida y en la muerte, en este mundo y en los mundos que están más allá,” exhortaba Jalalud-din Rumi.

Y Nanak cantó:
Aquél que ha encontrado un Verdadero Maestro
y que sigue el perfecto sendero del Verbo Sagrado,
riendo y viviendo en este mundo encontrará plena libertad y emancipación.

Y también:
Como el loto, se erguirá inmaculado sobre la ciénaga del mundo,
y como el cisne, surgirá de sus aguas lóbregas, intacto y sin obstáculo alguno.

 


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